sábado, septiembre 17

¿Eres un Gran Pez?




Creo que hace demasiado tiempo que no lloraba como lo estoy haciendo ahora, quizás hace demasiado tiempo una película no me llegaba en tantas proporciones.
Siempre al pasar por el video club la dejaba de lado, la menosprecié demasiado y lo lamento, pero hay algo en mi que me hace cuestionar el lamento; hay algo que te hace esta película, por la cual estas empezado a confundir tus convicciones y tus creencias, porque te das cuenta que al más “maduro” y “adulto” que te conviertes, menos niño eres, y eso nos llega a todos.
El gran pez es un pedazo de alma, es lo desgarrador.
No hay nadie más verdadero que Edward Bloom, quien nos pinta la realidad como la tenemos que ver, porque definitivamente las cosas no pueden ser así, tan feas y difíciles.
Tenemos que pintar nuestros lienzos como queremos que sean y eso no nos hace mentirosos, sino valientes y con un coraje sin igual porque nos atrevemos a ver la vida de una forma diferente y no nos conformamos con la realidad de todos. Hay algo mágico allá afuera, los pájaros no solo vuelan para obtener comida o por un proceso de reflejo, sino por una concordancia casi espiritual que tiene que teñir el cielo de esos colores en el momento en que lo estás viendo.
Porque la explicación simple es demasiado aburrida y plana, porque si la vida es eso nadie la quisiera vivir y porque la magia existe: todos queremos seguir siendo niños. La vida adulta es demasiado cruel y real, es demasiada carne y golpes, contacto y heridas. Nadie quiere eso, pero tenemos que recibirla de todas formas, está en el paquete de la vida que escogieron nuestros padres al concebirnos.
Porque sabemos que no hay nadie en esta vida que se haya ido sin dolor ni lágrimas, porque caemos todo el tiempo y las historias y la magia que tenemos a nuestro alcance se convierten en nuestro salvavidas, el colchón que nos puede impedir la llegada de ese intenso golpe, de esa presión constante. Y sí, si estamos viviendo, es la realidad y más que ninguna podría decir yo. Porque la magia es lo que nos permite construir la nueva calle, el camino que nosotros creamos, porque la vida es un sendero demasiado desconocido y tenebroso para transitarlo sin caernos; pero tenemos la opción, y no debemos dejarla, de crearnos ese camino, ese mundo en el cual podemos readaptar todo y verlo como queremos. Porque la muerte no es un “fin” sino un “se fue”, nadie sabe a que, ya no está. Como si hubiera caminado y repentina o lentamente haya tomado el camino que el eligió, el de los sueños, y así poder caminar a la par de su vieja vida, pero ahora caminando con los demás, en sus esperanzas, sus recuerdos y su fe.

lunes, septiembre 12

Magnolia




Siempre trato de buscar solo un concepto que pueda definir la película que acabo de ver o que estoy viendo, encontrar esa palabra que lo dice todo y que te deja satisfecho y pleno, como pocas veces estas en tu vida. No sé si mi capacidad léxica me traicionó o si en realidad este concepto nunca existió, esa única palabra que lo es todo y que realmente no puedo encontrar.
Estrictamente hablando magnolia es un árbol o también la flor de este, que es bella, solitaria y terminante. Esta flor es una culminación, tal como se perfilan los personajes de esta historia. Porque de ellos fue tejida esta idea y de sus vidas está formada esta flor, Magnolia.
Como un simple espectador nos introducimos en la vida de estos personajes, sin preguntarle a nadie, sin que nos vean jamás; solo que el momento que se elige es ruptura, caos, marchitamiento. Vidas que van directo a un precipicio y de hecho las vemos caer, destruirse, chocar, sangrar….
Es sola una historia ficticia con una realidad abismal que nos enfrenta al ser humano y a sus emociones en un estado crudo, sin censuras ni cuidados. Sin embargo esta irrealidad que solo se encoge a una pantalla es más, el poder de estos hilos que te van envolviendo como un remolino se pasan a tu emoción, a tu persona, a tu sentir. Es en ese momento en que te das cuenta que es una película que es más tuya que de nadie y que lo que estás sintiendo no está mal, no eres una persona débil por estar llorando sino que te apropiaste de lo que te fue ajeno.
Magnolia te demuestra al ser humano a través de historias separadas que tienen en común puntos que todos hemos sentido en algún tiempo. Te demuestran lo grande y lo pequeño, lo fantástico y lo simple. Paul Thomas Anderson (guionista y director) finalmente te retrata, poniendo en el tapete tus dudas, tu indefinición, tus miedos y tus preguntas.
Al parecer somos todos Magnolias, con más o menos pétalos.